Escrito por Noemí Hernández

Pamela Anderson fue la encargada de abrir el desfile. Imágenes: @boss

La costa de Miami fue sede del desfile que contó con la presencia de grandes celebridades, destacando Naomi Campbell, Pamela Anderson y el recién retirado estilista Law Roach. El miércoles 15 de marzo marcó la fecha en que Boss rescató sus raíces de sastrería tradicional para reinterpretarla hacia el futuro. Allí reside el espíritu de la marca.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de ver a Pamela Anderson, encargada de abrir el desfile, en un traje color crema con una silueta fluida, detalles clave que se repetirían en otros diseños. Amber Valleta, Precious Lee y DJ Khaled también desfilaron con trajes y vestidos que seguramente dominarán durante la temporada primavera-verano.

DJ Khaled, Naomi Campbell y Law Roach. Imágenes: @boss

El traje y la gabardina, prendas emblemáticas de Boss, han sido adaptadas a los nuevos tiempos remplazando sus tonos habituales por tonos empolvados, tomando como referencia a Miami, por supuesto. Otra referencia a la ciudad se vio en los muros de agua que rodeaban la pasarela; daba la sensación de que los modelos caminaban sobre agua. El concepto era claro: fashion flooded the runway.

La colección fue inspirada en Miami y, por supuesto, el agua y el mar fueron clave para el diseño de las prendas. La yuxtaposición entre estados secos y líquidos, entre mar y tierra y entre opacidad y transparencias dio como resultado nuevas texturas y colores y “abre la puerta a un mundo que da la bienvenida a un diálogo visual creativo” explicó la marca en un comunicado.

Sastrería en tonos empolvados y telas transparentes, la propuesta de Boss para SS23. Imágenes: @boss

Telas transparentes y materiales con aspecto arrugado, elaborados a partir de una mezcla de seda y nylon suave, forman parte de la nueva colección que ya se puede encontrar en su sitio web. La sastrería se reinventó para crear una colección de tonos claros y transparencias que da paso a un concepto moderno sobre el clásico traje.

La diversidad y la inclusión también tuvieron un papel importante en el evento: siluetas sueltas abrazaban todo tipo de cuerpos renunciando al mismo tiempo a los estereotipos de género. Boss dejó claro que camina hacia la modernidad mientras mantiene su esencia.

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