A pocos días, incluso horas de la llegada de la tan esperada fecha, tomé un momento para analizar todo lo que sucede a mi alrededor.
¿No les pasa que ya están cansados del mismo ritual de diciembre cada año?
Personas corriendo desesperadamente buscando su nuevo outfit, uno para cada respectiva celebración, las tiendas llenas a más no poder, y el sonido intenso de la caja registradora.
Y no quisiera caer en la superficial frase “el consumismo se ha apoderado de nosotros” pero si, es completamente cierto.
Sin embargo por otro lado desde el terrible 2020, la pandemia, y las pérdidas que sufrimos aquel año, he notado que lo que desde siempre ha sido la época de mayor consumo, se ha convertido también en la temporada de tratar de llenar materialmente, los vacíos que cargamos todo el año.
¿Y que tiene que ver esto con la moda, con la ropa? ¿Cómo se relaciona una cosa con la otra?
Pienso que una alternativa sumamente sana en estas fechas, tan nostálgicas y llenas de recuerdos, podría ser justo, hacer todo lo contrario a lo que nos dictan las grandes empresas.
¿Si en vez de comprar el súper nuevo outfit para navidad, nos ponemos ese suéter que lleva tantas anécdotas encima?. Si tal vez nos ahorramos el conjunto de año nuevo, y hacemos alguna compra a un emprendedor local, algo igual de bello pero más sostenible.
Quizás separar unas cuantas piezas para donar, y hacer una depuración de armario, sacar toda esa ropa que tenemos archivada, incluso con etiquetas.
No digo que comprar algo nuevo sea malo, pero si existe, un buen y nuevo propósito para este 2024, podría ser, ser más consciente al consumir, reciclar lo que ya no vamos a usar, y otorgarle nueva vida a piezas que al final, nunca deberían ser desechadas.
Es un buen momento para reflexionar, y hacer un review de si nuestra mentalidad como consumidores es la más correcta.
Un buen consejo sería que te vistas no solo de colores y brillos en esta época, sino de esperanza, amor y nuevos propósitos.
Y que compartas esta idea, de comenzar un nuevo año con un closet más sostenible, así como tanto compartimos, el tan famoso ¡Feliz Navidad!