Por: Aleyda Martínez

Para contextualizar, hace unos meses la plataforma de comercio electrónico Shein anunciaba colaboraciones con diseñadores mexicanos a través de su iniciativa SheinX, situación que comenzó a generar bastante ruido en redes sociales, pero esto era sólo el comienzo.

Las imágenes mostradas a lo largo del artículo muestran prendas exclusivas de los diseñadores, NO de la colaboración con Shein.

Para ir entendiendo un poquito más, Shein es un marca china de ultra fast fashion, o sea un modelo de negocio con producción súper acelerada, y si el fast fashion era criticado por sus malas normas de producción, las malas condiciones en las que se tiene a muchos de sus empleados, la mala calidad de la mayoría de sus prendas, los daños que genera al medio ambiente, entre muchas otras cosas más, imagínense que Shein ni siquiera ha dado información concreta, podríamos decir que ni siquiera real, sobre sus orígenes, procesos de producción, empleados, y bueno de calidad mejor ni hablamos, existen muchos testimonios sobre eso.

Desde ahí podemos imaginar que muchas cosas detrás de la marca definitivamente no están bien, ahora, hace una semana yo me enteraba que para el 7 de octubre Shein tendría un evento en colaboración con Fashion Week Mx, por supuesto las reacciones no se hicieron esperar y es que, en primer lugar ¿Cuándo hemos visto una marca de moda rápida ser presentada en un Fashion Week?, en segundo, en el caso de México como en muchos otros países latinos, estas plataformas de moda son utilizadas para conocer el trabajo de diseñadores nacionales, locales y emergentes, ¿por qué? Tendría que estar Shein, y en tercer lugar por supuesto que buscó una manera de hacerlo y reducir un poco el hate, y es que presentó 8 colecciones en colaboración con diseñadores mexicanos y es aquí en donde nuestras mentes intentan suavizar el tema y digerirlo, pero es que no se puede.

Claro que, poniéndote en los zapatos del diseñador, el hecho de colaborar y ser parte de este evento en el que muchas veces es difícil entrar, por cuestiones económicas, contactos, contratos, etc., es un plus para ti como diseñador, porque es dar a conocer tu nombre, tu marca, la manera en la que interpretas la moda, tu sello, a nivel internacional, algo que quizá veías muy lejos de alcanzar.

Por supuesto que aquí no vamos a juzgar a ningún diseñador, el trabajo que ellos han realizado aún antes de que llegara esta colaboración es digno de aplaudir, más bien se trata de que nosotros como consumidores nos acerquemos a comprar directamente a los diseñadores ahora que ya los ubicamos, y que el intermediario que es Shein, lo pasemos por alto.

También, me tomo unas líneas para mencionar que han sido miles y miles de personas las que han comprado en la plataforma, y tampoco nadie va juzgarlos, la verdad es que sus precios tan bajos hacen que pienses que es toda una ganga, pero ojo, esto también te lleva a ser un comprador compulsivo, o pasar del consumo al consumismo y ese es otro tema que a la larga tampoco es sano, la invitación es hacia un intento por evitar la compra de una larga lista de sus productos.

Tenemos que entender que quien tiene más beneficios aquí es la plataforma de e-commerce, ni el diseñador, ni el consumidor, y muchos menos quienes se encuentran en la cadena de producción, entonces antes de comprarle preguntémonos ¿de qué manera se encuentra todo atrás, para tener precios tan bajos? ¿realmente abraza el diseño emergente o sólo es estrategia de venta?

Y podría terminar con un ¿por qué estas comprando Shein? Pero seamos sinceros saliendo de las burbujas de privilegio, los salarios mínimos, muchas veces sólo dan para eso, lo que nos llevaría a tocar temas socioeconómicos, pero básicamente si estas plataformas surgen, es porque existe un mercado para ello, sin embargo, me atrevo a decir que no es la única opción.

“La invitación de hoy es reflexionar sobre lo que estamos consumiendo y a quién le estamos consumiendo”.